Recordando y añorando
los días de nuestro pasado;
recreando y revisando
todo lo que juntos hemos caminado.
Una foto en el corcho de mi habitación
que ahora sin piedad he pisado
con alguna otra foto que sólo dice
que fue mejor cualquier tiempo pasado.
Me preguntó qué ocurrió,
¿qué sucede?, si esto es un fin
o sólo un amargo "hasta luego"
hasta que vuelvas a decir que sí.
Me cuestiono en qué detalles he errado,
si es que acaso te he herido
tirado boca abajo en la cama,
con la almohada tapándome los oídos.
¡Tantas veces he llorado
porque nunca llegué a comprender
cuándo, pese a estar día a día juntos,
nuestra vida empezó a diverger.
Sin embargo, aunque jodido,
tengo el corazón tranquilo
porque ambos sabemos
quién puso fé en nuestro destino.
Si acaso hice algo mal,
te lo ruego, hay que hablarlo;
pero por más que te pregunto
te apresuras a negarlo.
Estoy cansado y aturdido
de darle vueltas a lo mismo;
toda paciencia tiene un límite,
y no estoy dispuesto a seguir tu ritmo.
Así que piénsalo bien
antes de que tomemos el bus nocturno.
Puse todo de mi parte,
creo que ahora es tu turno.
Estaré ahí
con brazos y oídos bien abiertos
si es que en algún momento
quieres resolver este entuerto.
Vuelvo a mirar nuestra foto,
la de nuestra matrícula de honor.
Cierro los ojos y pienso:
"cualquier tiempo pasado fue mejor".